domingo, 25 de diciembre de 2016

La carta maga

Como Reyes Magos  que somos, os queremos dar un detalle con gozo, y ya que Melchor está revoltoso y Baltasar es algo perezoso, me toca a mí rescribir este esbozo de una carta que en una botella que nos llegó, dirigida a vosotros:

Todo empezó en un barco grandioso, dirigido por el capitán Antonio (abuelito, para nosotros). Él nos salvó de tempestades y ahogamientos, gracias a todos sus conocimientos; a izar las velas si hay fuerte viento, a mirar más allá con un catalejo.
Nos indicaba muy decidido por dónde era el camino, mas lo seguíamos sin recrimino y siempre encontrábamos nuestro destino.
Una noche nos confesó a qué se debía su orientación, la llamaba Marisa y era su pitonisa, su guía (para nosotros, la abuelita). Se trataba de una estrella que brillaba por su pureza, por mantener la calma con destreza, por hacernos evitar la marea y estar siempre alerta y sin agachar la cabeza.
Los dos  juntos formaban el mejor equipo para una embarcación, por un lado uno en el timón y por el otro señalando la dirección.
Tenemos suerte de poder formar parte de este navío. Han habido muchos desafíos en los cuales nos han enseñado a seguir unidos, a mantener la calma y  nunca rendirnos.

Tiraremos esta nota al mar, a ver si hay suerte y alguien se la pueda hacer llegar.
Finalmente  y con cariño,
los tripulantes del navío.

Tras la carta que os he remitido, podéis abrir los dos paquetitos:
El  primero para el capitán astuto y sagaz, con su pájaro cual guardián
 
Y el segundo para la estrella jocosa y afable, y por supuesto, la más radiante
 
                                                                                                                                                  Gaspar