Me presenté a la nada,
Vacío era mi nombre,
Soledad mi apellido,
El negro mi color favorito,
El silencio mi canción,
La parca mi mascota,
La sombra mi compañía.
La luna mi sol,
Las tinieblas el viento,
Las tinieblas el viento,
Mi hogar, una cueva...
de humanidad a mi alrededor en esa gélida cueva.
Mi piel, escarpada como de costumbre,
Mi piel, escarpada como de costumbre,
lijaba todo aquello que tocaba, dándo un carente sabor a ausencia.
Finalmente intentaba aferrarme a algún aroma por insignificante que fuere,
Finalmente intentaba aferrarme a algún aroma por insignificante que fuere,
pero en vano para esta infructuosa nariz.
Y así pasaba el tiempo mientras me consumía...
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